El paso de los años siempre será tema de conversación. Principalmente lo relacionado con los signos del envejecimiento prematuro, claramente es algo que no podemos evitar, y tarde o temprano nos alcanzará.
Existen dos tipos de envejecimiento cronológico y envejecimiento solar, pero primero hay que mencionar que la piel con mayor exposición a radiación ultravioleta envejecerá con mayor facilidad, es decir las regiones expuestas al sol, como la cara, el escote y los brazos. El hombre, a diferencia de la mujer, puede tener mayor afección en algunos sitios particulares, como en el cuero cabelludo cuando empieza a experimentar la caída de cabello.
El envejecimiento cronológico es aquel que se presenta con el paso de los años y nuestra genética es un factor importante en qué tan temprano empieza a ser visible en la piel, sin importar que seamos hombres o mujeres. La manera más sencilla de identificarlo es mediante la presencia de las arrugas, y cómo la piel va siendo víctima de la gravedad, la razón es que se deja de producir el colágeno y la elastina.
El envejecimiento solar es ocasionado por factores externos especialmente la radiación UV. Este se presenta en forma de arrugas, pero también en manchas en la piel, la resequedad y la pérdida de elasticidad pueden ser otras formas de reconocer este envejecimiento prematuro. Además, si andas en los treinta, y tienes un cutis que aparenta mayor de edad, es obvio que eres víctima del envejecimiento solar.
Así que una rutina en la piel para combatir el envejecimiento prematuro es utilizar un protector solar que cumpla con las necesidades de la piel, es decir que no genere exceso de sebo, mejore la humectación natural de la misma y que brinde una alta protección contra la radiación ultravioleta.
