La metformina normalmente es conocida como tratamiento para la diabetes tipo 2, pero en esta ocasión nos centraremos en esos otros beneficios que tiene y que al parecer apenas están siendo aplicados; así que mejor entremos en tema.
En los últimos tiempos se ha descubierto y por lo consiguiente se ha avanzado en la aplicación de diferentes usos de la metformina, como la tópica que ayudar en trastornos cutáneos, obteniendo resultados satisfactorios, ya que esta es un hipoglucemiante oral (disminuye los niveles de azúcar en sangre) que baja la producción hepática de glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina, provocando que se incremente el uso de glucosa por parte de los adipocitos y de los músculos.
Algunas de las utilidades que tiene la metformina en la dermatología es el aumento de la sensibilidad a la insulina, este puede mejorar trastornos cutáneos como la acantosis nigricans, la reducción de la sobreproducción de andrógenos ováricos, mejora signos cutáneos de hiperandrogenismo, asociados o no al síndrome del ovario poliquístico, como el acné, el hirsutismo y la hidradenitis supurativa, aunque también hay resultados positivos en algunos tumores cutáneos.
